Piense en 433MHz como la frecuencia de una estación de radio, pero para dispositivos en lugar de programas de radio. Esta frecuencia es popular para todo tipo de proyectos inalámbricos domésticos. Desde abridores de puertas de garaje hasta simples controles remotos, muchos dispositivos usan esta frecuencia porque es confiable y no cuesta mucho.
Imagina que te gustan los proyectos de bricolaje y quieres encender las luces de tu salón sin levantarte del sofá, o quizás quieres un sistema sencillo que te avise cuando llega el correo. Los módulos de 433MHz son perfectos para este tipo de tareas. Son súper asequibles y bastante sencillos de configurar, por lo que no es necesario ser un genio de la tecnología para usarlos.
La gama de estos módulos puede variar. En una línea de visión clara, algunos módulos pueden enviar señales hasta un par de kilómetros. Pero dentro de una casa, con paredes y otros objetos en el camino, suele ser menos, más bien decenas de metros. ¿Quieres ampliar ese rango? Puedes hacerlo añadiendo una antena más potente.
Hay principalmente dos tipos con los que te encontrarás. Uno es el transmisor, que envía las señales. El otro es el receptor, que capta esas señales. Algunos módulos pueden hacer ambas cosas, enviar y recibir señales; estos se llaman transceptores. Puede usarlos en proyectos más complejos donde los dispositivos necesitan comunicarse entre sí, como un control remoto bidireccional para un dron.