Sensor de ondas milimétricas de 80 GHz para la detección precisa del nivel de líquido

Este sensor de ondas milimétricas de 80 GHz es su módulo de radar ideal para la detección precisa del nivel de líquido sin necesidad de tocarlo. Gracias a la tecnología de radar de onda continua de frecuencia modulada (FCM), este sensor proporciona mediciones fiables a largas distancias. Su impresionante alcance de 40 metros, junto con su precisión milimétrica, lo hace ideal para cualquier entorno, ya sea en la gestión inteligente del agua, entornos industriales o incluso en la protección contra desastres ambientales.

La capacidad de medir desde una distancia de tan solo 0,15 metros hasta una distancia de 40 metros distingue a este sensor, haciéndolo ideal para grandes masas de agua y tanques profundos. Imagine monitorear un depósito con precisión y facilidad; este sensor ofrece una precisión excepcional de ±5 mm y una resolución de 1 mm, lo que garantiza la precisión de cada medición. Con tal confiabilidad, puede confiar en este sensor para obtener datos cruciales para mantener el control y emitir alertas oportunas.

Gracias a su lente especializada que emite un haz de radar estrecho de ±3°, el sensor enfoca con precisión lo que necesita medir, ignorando los reflejos falsos de las estructuras cercanas. Esto garantiza que, incluso en espacios complejos o reducidos, sus mediciones se mantengan estables y precisas. La concentración de energía dedicada también mejora la directividad del sensor, lo que le brinda confianza en sus lecturas.

Con tecnología FMCW avanzada, este sensor destaca en entornos donde otros fallan. Los cambios de temperatura, la niebla o el polvo no afectan su rendimiento. El algoritmo antiinterferencias integrado garantiza un funcionamiento fluido, incluso con reflejos fuertes o con múltiples objetivos. Esta adaptabilidad lo convierte en una excelente opción para entornos exteriores o industriales exigentes.

Disfrute al máximo de una configuración sin contacto y sin mantenimiento. Al permanecer por encima de la superficie del líquido, el sensor evita el contacto físico con este, lo cual es crucial al manipular sustancias corrosivas o puras. Este diseño previene daños y la contaminación del fluido, prolongando la vida útil del sensor y reduciendo la necesidad de mantenimiento, lo que le ahorra tiempo y dinero a largo plazo.