Sensor RS485 para monitoreo de pH, humedad y temperatura del suelo para hidroponía (IP68, 5-30 V)

Este sensor RS485 de temperatura, humedad y pH del suelo funciona en un rango de voltaje versátil de 5 a 30 V y utiliza el protocolo MODBUS-RTU para la comunicación de datos. Esto garantiza una fácil integración en sistemas de riego automatizados existentes. Combínelo con un Arduino UNO y una placa de expansión TTL a RS485 para simplificar la instalación y comenzar a monitorear métricas vitales del suelo.

Fabricado con un grado de protección IP68, el sensor está sellado al vacío con resina epoxi negra ignífuga, lo que garantiza su durabilidad. Su sonda está fabricada en acero inoxidable 316, conocido por su resistencia a la corrosión, al agua, a la corrosión y a la corrosión salina-alcalina, así como a la electrólisis con el paso del tiempo. Su diseño compacto permite una larga duración en el suelo, adaptándose a diversos tipos de suelo.

Estos sensores de suelo se utilizan en diversos escenarios, como riego agrícola, invernaderos y experimentos científicos, ayudando a medir el contenido de humedad y la temperatura. Estos entornos se benefician del mantenimiento de condiciones ideales para el crecimiento vegetal, vitales para procesos como la absorción de nutrientes y la síntesis microbiana.

La temperatura del suelo es fundamental para el desarrollo de las plantas, ya que los suelos cálidos mejoran la absorción de nutrientes y el crecimiento radicular. Por otro lado, una humedad adecuada del suelo garantiza una absorción óptima de agua y nutrientes por las raíces, evitando la deshidratación y promoviendo un crecimiento saludable. El sensor ayuda eficazmente a equilibrar estos factores esenciales, cruciales para maximizar el rendimiento.

El pH del suelo, una medida de acidez o alcalinidad, afecta la disponibilidad de nutrientes y la actividad microbiana. Este sensor proporciona lecturas precisas de pH, desde niveles extremadamente ácidos hasta fuertemente alcalinos, lo que garantiza que las plantas se encuentren en su zona de pH óptima. Esta precisión es invaluable para intervenciones específicas que mantengan la salud y la productividad de las plantas.